Anarquismo
El
término anarquismo es de origen griego y
significa “sin autoridad ni
poder”. Esta ideología, junto con el
marxismo, constituye una de las corrientes del “socialismo”.
Ambas, anarquismo y marxismo, coinciden en la crítica
al capitalismo y en la necesidad de su eliminación,
pero difieren radicalmente en cuanto a los métodos
para conseguirlo. De hecho, a lo largo del siglo XIX ambos
pensamientos se fueron alejando progresivamente, hasta
convertirse en irreconciliables antagonistas.
El
anarquismo estuvo muy influido por la idea roussoniana
de que el individuo es bueno por naturaleza y es la sociedad
(o el Estado y sus instituciones)
quien destruye su felicidad.
Alcanzó
su máxima influencia en el seno de sociedades
escasamente industrializadas -España,
Italia y Rusia-, en
tanto que en países más avanzados tuvo mayor
peso el marxismo. En España el anarcosindicalismo
se materializó en la creación de organizaciones
como la CNT (Confederación Nacional
del Trabajo) que jugaron un importante papel en
el primer tercio del siglo XX.
Algunos
sectores del anarquismo preconizaron
la acción radical y violenta.
Ello se concretó en atentados terroristas
que reputaron en su día esta corriente de agresiva y salvaje.
La teoría
anarquista